Napoles en 4 días (ruta, fotos e itinerario)

Antes de arribar

Mientras planificamos el recorrido por la ciudad, nos instruimos acerca de la naturaleza de cada barrio, la cercanía al transporte, la peligrosidad que puede haber en cada uno y las atracciones turísticas para determinar el lugar óptimo para quedarnos, siempre cotejando que la relación precio-calidad sea buena.

Al arribar en tren a la ciudad, nos quedaba cómodo alojarnos en la cercanía a la estación central, también considerando la vuelta y la facilidad que existe en la zona para moverse en subte o colectivo (aunque no lo precisemos).

Por eso decidimos alojamos en la parte este del Centro Storico, dada la cercanía que tiene con las atracciones, la terminal de trenes, la disponibilidad para comprar alimentos ya que cerca hay supermercados, pero eso sí, siempre considerando movernos en horarios entre las 8hs y las 23hs, debido a que más tarde puede estar medio desolado generando una sensación de inseguridad.

Napoles – Día 1

El primer día de nuestro Napoles en 4 días arranca visitando por la mañana la famosa Piazza Dante, quien cuenta con una estatua general del poeta Dante Alighieri y numerosas estatuas en la construcción que hoy oficia como una escuela, el Convitto Nazionale Vittorio Emanuele II. En el lugar, además se encuentran bares y restaurantes en donde uno se puede sentar a disfrutar un poco más del lugar.

Luego ingresamos por la Via Domenico Capitelli para arribar a la Iglesia del Gesú Nuovo, que fue una de las iglesias que más nos sorprendió en nuestra visita dada la curiosa fachada y la profunda historia que ella tiene. El edificio no surgió como una iglesia, sino como la casa de una adinerada familia de la realeza española que habitó la ciudad en otra época. Luego de conquistas y transformaciones en su interior, hoy es una iglesia muy pintoresca con estilo barroco por dentro. La fachada con puntas “tipo diamantes de piedra” es lo único que se conserva del edificio original y hay creencias de que los símbolos de sus paredes componen la letra de una sinfonía. También era una forma de mostrar poder a través de la arquitectura. 

Dentro de la iglesia se encuentra una estatua de San Giuseppe Moscati, un médico del siglo XIX, que fue reconocido por su piedad y canonizado por el papa Juan Pablo Segundo en 1987. Los napolitanos hoy en día piden al santo por su salud tocando la mano de la estatua. También hay una sala dedicada al santo, con mosaicos de partes del cuerpo que los creyentes entregan como agradecimiento por haber sanado.

Muy próxima a esta iglesia se encuentra otra con mucha historia, y hacemos referencia a la Basílica Santa Clara, que contrasta por completo con la anteriormente visitada. Mucho más sencilla en su interior, la misma fue reconstruida casi por completo, dado que sufrió daños estructurales severos durante la guerra. Si bien en su época de apogeo la iglesia también contó con el estilo barroco, para la reconstrucción se optó por mantener el estilo original gótico, mucho más económico. En el momento previo a la Segunda Guerra Mundial, los techos internos estaban decorados con hermosos frescos que fueron quemados cuando la iglesia fue bombardeada, pero que protegieron los pisos que aún pueden verse como en la época barroca.

Continuamos el recorrido por la Via Benedetto Croce, contemplando la esencia que presenta esta calle repleta de gente caminando, hasta llegar al Bar Nilo, un lugar donde se halla un pequeño altar dedicado a Diego Armando Maradona, quien en el Napoles hizo historia jugando al futbol y la gente de la ciudad literalmente lo ama. En las calles se ven colgadas más banderas y camisetas de Maradona que de la mismísima Italia. Siguiendo por esta misma calle llegamos a la famosa Spaccanapoli, un verdadero ícono de la ciudad. La gente circulando, los comercios, las motos tocando bocina y las calles empedradas nos hicieron sentir bien en el corazón del centro histórico napolitano.

Después de caminar Spaccanapoli, ingresamos por otra reconocida calle céntrica napolitana: Via San Gregorio Armeno, donde se encuentran decenas de comercios que ofrecen llaveros, imanes y particulares recuerdos para llevar de Napoles. Se pueden ver pesebres y adornos navideños durante todo el año, que son un hermoso y particular recuerdo de la ciudad.

Siguiendo por ese mismo sentido, nos acercamos al Complejo Monumental San Lorenzo Maggiore, donde pudimos observar una iglesia de estilo gótico y nos preparamos para nuestra primera visita guiada: la Napoles Subterránea. Aquí descubrimos una asombrante red de túneles, pasadizos y cavernas que impresiona a quien lo visite.

Nuestro recorrido continua por la Via Dei Tribunali, otra calle histórica con muchísimas iglesias, edificios históricos y lugares para degustar la gastronomía napolitana.

La próxima parada es otra de las iglesias más reconocidas de la ciudad, en este caso la Catedral de Napoles. Al lado de la misma se encuentra el Tesoro di San Gennaro, un museo donde se exhiben obras del reconocido obispo y donde se guarda la sangre del santo patrono de la ciudad, que en tres fechas del año se muestra al pueblo en el “Milagro de San Gennaro”.

A continuación volvemos a la Via Dei Tribunali, pero ahora caminamos en sentido opuesto, para arribar al Busto di Pulcinella, una estatua de bronce que representa a un personaje de la comedia napolitana que es de clase baja, y que recuerda que las personas de esta clase social siempre consiguen superar las dificultades con una sonrisa. Según la tradición, se debe tocar la nariz de la Pulcinella para la buena fortuna.

Finalmente, y luego de caminar durante todo el día, seguimos nuestra ruta por la misma Via Dei Tribunali hasta llegar a la Piazza Bellini, donde se encuentran restos de murallas de la Napoles griega. Además, alrededor de la plaza se encuentran muchos bares y restaurantes que ofrecen un ambiente placentero para pasar el rato. Hacemos una cuadra más para llegar muy próximos a nuestro punto de partida, pero en este caso para conocer la Port’Alba, que es uno de los 4 arcos que aún están en la ciudad y que se utilizaban como ingreso a la ciudad.

Para cerrar el día, nada mejor que experimentar un plato típico napolitano: la pizza margherita. Opciones para degustar este plato a lo largo de la ciudad sobran, pero en este caso nos inclinamos por uno de los más famosos de la ciudad: Gino e Toto Sorbillo.

Mapa del primer día en Napoles